© Miguel Santesmases
El hotel ocupa dos edificios de finales del siglo XIX en una ubicación privilegiada del centro de Madrid. Ambos edificios están incluidos en el catálogo de edificios protegidos y representan una muestra de la arquitectura característica madrileña de su época. Se desarrolla el programa para implantar un hotel de lujo clásico acorde al carácter del edificio.
Se restaura la fachada, cubiertas y elementos catalogados de los edificios. En los miradores de fachada se reconstruyen las impostas de balcones deterioradas, se recupera el zinc y se limpian y reparan las rejas de forja. Se reproducen las carpinterías originales de madera que se encontraban en muy mal estado debido a la humedad.
El edificio tiene fachada a tres calles, lo que permite que casi todas las habitaciones sean exteriores.
© Miguel Santesmases
La cubierta de fibrocemento se desmontó y se sustituye por una cubierta de zinc en fachada con tramos de cubierta plana en las zonas interiores, (?) que quedan ocultas a la vista y donde se ubicarán las instalaciones.
El edificio tiene 4 patios interiores de buen tamaño que son restaurados y donde se recuperaran las molduras y carpinterías originales. La mayoría de los huecos de patio sirven para iluminar los pasillos de habitaciones incorporando puntos singulares en el diseño del mismo.
© Miguel Santesmases
El acceso al edificio se hará por una de las esquinas de fachada, a través de varios grupos de pilares de fundición. La recepción se ubica en el patio de 8 plantas más cercano a la entrada. Para adecuar la escala del mismo, se descuelga un techo decorativo muy permeable que proteja las vistas y deje pasar mucha luz para no perder la sensación de estar en el exterior.
Otro de los patios quedará incorporado al restaurante que se desarrolla también en planta baja. Se completa el programa de zonas públicas con un pequeño spa en el sótano aprovechando los gruesos muros de fábrica con arcos de medio punto originales.
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El hotel ocupa dos edificios de finales del siglo XIX en una ubicación privilegiada del centro de Madrid. Ambos edificios están incluidos en el catálogo de edificios protegidos y representan una muestra de la arquitectura característica madrileña de su época. Se desarrolla el programa para implantar un hotel de lujo clásico acorde al carácter del edificio.
Se restaura la fachada, cubiertas y elementos catalogados de los edificios. En los miradores de fachada se reconstruyen las impostas de balcones deterioradas, se recupera el zinc y se limpian y reparan las rejas de forja. Se reproducen las carpinterías originales de madera que se encontraban en muy mal estado debido a la humedad.
El edificio tiene fachada a tres calles, lo que permite que casi todas las habitaciones sean exteriores.
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La cubierta de fibrocemento se desmontó y se sustituye por una cubierta de zinc en fachada con tramos de cubierta plana en las zonas interiores, (?) que quedan ocultas a la vista y donde se ubicarán las instalaciones.
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El edificio tiene 4 patios interiores de buen tamaño que son restaurados y donde se recuperaran las molduras y carpinterías originales. La mayoría de los huecos de patio sirven para iluminar los pasillos de habitaciones incorporando puntos singulares en el diseño del mismo.
El acceso al edificio se hará por una de las esquinas de fachada, a través de varios grupos de pilares de fundición. La recepción se ubica en el patio de 8 plantas más cercano a la entrada. Para adecuar la escala del mismo, se descuelga un techo decorativo muy permeable que proteja las vistas y deje pasar mucha luz para no perder la sensación de estar en el exterior.
Otro de los patios quedará incorporado al restaurante que se desarrolla también en planta baja. Se completa el programa de zonas públicas con un pequeño spa en el sótano aprovechando los gruesos muros de fábrica con arcos de medio punto originales.