El Hotel JW Marriott Madrid ha supuesto la transformación de dos edificios de casas de alquiler proyectados por el Arquitecto Joaquín Kramer a finales del siglo XIX en un hotel de lujo del siglo XXI.
El proyecto de arquitectura realizado por Arvo Arquitectura en colaboración con Proskene ha recuperado un edificio de los más singulares y mejor construidos del Madrid decimonónico, que debido a la falta de mantenimiento se encontraba en riesgo de colapso estructural con una intervención respetuosa.
© Héctor Gómez
© Héctor Gómez
Para ello se han combinado las técnicas constructivas tradicionales con técnicas y sistemas de confort del siglo XIX, todos ellos regidos por principios de sostenibilidad y conservación del patrimonio histórico.
La intervención en los elementos originales: estructuras, fachadas y cubiertas de los edificios se ha realizado mediante la restitución de los sistemas constructivos originales, recuperando y poniendo al día los materiales originales.
El programa del Hotel se ha elaborado para maximizar los valores del edificio. Sus 139 habitaciones distribuidas en seis plantas responden a una decisión de hacer habitaciones amplias respetando el ritmo de las fachadas. Al tratarse de un edificio existente con una geometría irregular, el hotel cuenta con más de veinte configuraciones de habitaciones cuya distribución ha sido diseñada individualmente por Arvo y Millenium.
Las suites del Hotel se han distribuido en torno a la Plaza de Canalejas, aprovechando los chaflanes que genera la geometría de la plaza y en las plantas más altas para ampliar la experiencia con las terrazas con vistas espectaculares de Madrid.
© Miguel Santesmases
© Miguel Santesmases
En cuanto a las zonas públicas del Hotel situadas en planta baja, ocupan el lugar que originalmente tuvieron los locales y restaurantes más sofisticados del centro de Madrid. En el atrio central de llegada una instalación escultórica inspirada en la geometría de los ornamentos originales del edificio celebra la recuperación de los edificios de Carrera de San Jerónimo 9 y 11.
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© Héctor Gómez
El Hotel JW Marriott Madrid ha supuesto la transformación de dos edificios de casas de alquiler proyectados por el Arquitecto Joaquín Kramer a finales del siglo XIX en un hotel de lujo del siglo XXI.
El proyecto de arquitectura realizado por Arvo Arquitectura en colaboración con Proskene ha recuperado un edificio de los más singulares y mejor construidos del Madrid decimonónico, que debido a la falta de mantenimiento se encontraba en riesgo de colapso estructural con una intervención respetuosa.
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Para ello se han combinado las técnicas constructivas tradicionales con técnicas y sistemas de confort del siglo XIX, todos ellos regidos por principios de sostenibilidad y conservación del patrimonio histórico.
La intervención en los elementos originales: estructuras, fachadas y cubiertas de los edificios se ha realizado mediante la restitución de los sistemas constructivos originales, recuperando y poniendo al día los materiales originales.
El programa del Hotel se ha elaborado para maximizar los valores del edificio. Sus 139 habitaciones distribuidas en seis plantas responden a una decisión de hacer habitaciones amplias respetando el ritmo de las fachadas. Al tratarse de un edificio existente con una geometría irregular, el hotel cuenta con más de veinte configuraciones de habitaciones cuya distribución ha sido diseñada individualmente por Arvo y Millenium.
Las suites del Hotel se han distribuido en torno a la Plaza de Canalejas, aprovechando los chaflanes que genera la geometría de la plaza y en las plantas más altas para ampliar la experiencia con las terrazas con vistas espectaculares de Madrid.
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En cuanto a las zonas públicas del Hotel situadas en planta baja, ocupan el lugar que originalmente tuvieron los locales y restaurantes más sofisticados del centro de Madrid. En el atrio central de llegada una instalación escultórica inspirada en la geometría de los ornamentos originales del edificio celebra la recuperación de los edificios de Carrera de San Jerónimo 9 y 11.