© Héctor Gómez
En arquitectura no hay nada más personal que construir la vivienda para un cliente, porque termina siendo un amigo. En este caso se va a sustituir la casa de la abuela materna, construida en los años 50, por dos viviendas para sus nietos. Desde el primer momento, la involucración total de los clientes en el proceso del proyecto marca el desarrollo del mismo. La fachada (por temas eficiencia energética) y las escaleras comunitarias (como pieza única) marcarán el diseño claramente.
© Héctor Gómez
Para la fachada del edificio se busca el equilibrio entre eficiencia energética y estética tradicional, muy arraigado en el barrio de Tetuán. Se ha optado por una fachada de ladrillo auto ventilado combinando tres alturas diferentes del mismo (6, 10 y 15 cm). De esta manera, utilizamos un material tradicional, pero lo colocamos de una manera muy diferente, con diferentes alturas de hiladas y con una marcada línea horizontal entre ellas, por donde se produce la ventilación de la fachada.
© Héctor Gómez
© Javier Arias Maroto
Otro elemento singular del proyecto es la alfombra de baldosa hidráulica del portal, recuperadas de la casa de la abuela antes de la demolición. Aporta una nota de color al espacio, además del valor sentimental para los clientes.
La casa de Carlos, en planta primera, se concibe como un espacio abierto de cocina y salón-comedor, baño y dos habitaciones, una a fachada principal de calle y la otra al patio trasero del edificio.
© Javier Arias Maroto
© Javier Arias Maroto
La casa de María consta de planta segunda y planta ático. Debido a la morfología del ático, mayor altura y la terraza se decide colocar en ella la parte más pública de la casa, con un espacio único abierto para cocina y salón-comedor más un aseo, que unido a la terraza, se convierte en un espacio amplio, luminoso y muy abierto y flexible.
El acceso a esta vivienda se realiza por planta segunda, la zona más privativa de la casa. Para comunicar ambas plantas se opta por una escalera muy sencilla, que casi no ocupe espacio y que su materialad quede integrada con ambas plantas.
© Javier Arias Maroto
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En arquitectura no hay nada más personal que construir la vivienda para un cliente, porque termina siendo un amigo. En este caso se va a sustituir la casa de la abuela materna, construida en los años 50, por dos viviendas para sus nietos. Desde el primer momento, la involucración total de los clientes en el proceso del proyecto marca el desarrollo del mismo. La fachada (por temas eficiencia energética) y las escaleras comunitarias (como pieza única) marcarán el diseño claramente.
© Héctor Gómez
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Para la fachada del edificio se busca el equilibrio entre eficiencia energética y estética tradicional, muy arraigado en el barrio de Tetuán. Se ha optado por una fachada de ladrillo auto ventilado combinando tres alturas diferentes del mismo (6, 10 y 15 cm). De esta manera, utilizamos un material tradicional, pero lo colocamos de una manera muy diferente, con diferentes alturas de hiladas y con una marcada línea horizontal entre ellas, por donde se produce la ventilación de la fachada.
© Javier Arias Maroto
Otro elemento singular del proyecto es la alfombra de baldosa hidráulica del portal, recuperadas de la casa de la abuela antes de la demolición. Aporta una nota de color al espacio, además del valor sentimental para los clientes.
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La casa de Carlos, en planta primera, se concibe como un espacio abierto de cocina y salón-comedor, baño y dos habitaciones, una a fachada principal de calle y la otra al patio trasero del edificio.
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La casa de María consta de planta segunda y planta ático. Debido a la morfología del ático, mayor altura y la terraza se decide colocar en ella la parte más pública de la casa, con un espacio único abierto para cocina y salón-comedor más un aseo, que unido a la terraza, se convierte en un espacio amplio, luminoso y muy abierto y flexible.
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El acceso a esta vivienda se realiza por planta segunda, la zona más privativa de la casa. Para comunicar ambas plantas se opta por una escalera muy sencilla, que casi no ocupe espacio y que su materialad quede integrada con ambas plantas.